Emisión de nuevas participaciones a favor de los inversores existentes a una proporción determinada con respecto de las participaciones de las que son titulares actualmente, con el objetivo de incrementar el volumen de participaciones disponibles y reducir el precio de cada una, sin afectar a la valoración de la sociedad. Por ejemplo, en una división de participaciones 3:1, cada inversor existente asume dos participaciones nuevas por cada participación de la que es titular actualmente, y el precio por participación se reduce a un tercio del valor anterior a la división.