Las inversiones entrañan riesgos, especialmente, en el caso de startups. Los tres mayores riesgos al invertir son:
1. La empresa cesará su actividad o no crecerá lo suficiente como para ofrecer retorno a sus inversores.
Si esto sucede, no recuperarás tu dinero. Ten en cuenta que podrás declarar esta pérdida de capital y compensarla en las declaraciones de la renta durante los 5 años posteriores a la pérdida, y siempre que obtengas ganancias de capital. Para más información, recomendamos contactar con un experto independiente.
2. Incluso en el caso de que la empresa vaya bien, es probable que tu inversión no genere beneficios
Esto significa que tu inversión permanecerá en el negocio durante un largo periodo de tiempo –a menudo, varios años– y es poco probable que puedas vender tus participaciones rápidamente. También puede ocurrir que no recibas dividendos por tu inversión, ya que la empresa puede preferir reinvertir los beneficios para seguir creciendo.
3. La parte de la empresa que adquieres puede diluirse
Si la empresa consigue nuevos fondos tras la ronda de financiación (hecho que ocurre en la mayoría de startups), es probable que el porcentaje de la empresa que te pertenece disminuya con respecto al porcentaje que adquiriste. La dilución no es un fenómeno negativo per se, ya que en muchos casos significa que la empresa sigue creciendo rápidamente, pero es algo que debes tener en cuenta.
Para mitigar los riesgos asociados a la inversión, muchos inversores deciden invertir en un porfolio diverso de empresas. Muchas startups no triunfan, por lo que diversificar es muy importante, ya que las empresas de tu porfolio que reporten beneficios podrían compensar las posibles pérdidas.
Por favor, lee aquí la advertencia de riesgos completa.