La dilución ocurre cuando una empresa emite participaciones adicionales, y un inversor existente no compra/recibe más participaciones para mantener su posición en la empresa.
Por ejemplo, si dos personas poseen 50 participaciones cada una en una empresa (cada una con el 50% del capital social emitido), y la empresa emite/vende 50 nuevas participaciones, su participación se diluiría al 33,3%.